Hasta ahora, la idea popular era que los troyanos y otros códigos maliciosos eran utilizados, en principio, para enviar correo basura, robar información privada del ordenador infectado, o en su defecto causar daños en el Sistema Operativo. Sin embargo, la tendencia parece haber cambiado; para peor.
De acuerdo a un artículo publicado en ABC News, han llegado a la justicia varios casos en los que un virus informático depositó fotografías y videos relacionados con la pornografía infantil, con las evidentes consecuencias legales que esto conlleva y con un fin bastante evidente: servir como cortina de humo para los verdaderos pedófilos.
Según cuentan en el artículo, los pedófilos podrían utilizar los ordenadores infectados de forma remota para guardar y reproducir todo tipo de documentos pornográficos, sin el temor de ser capturados por la ley. De la misma forma, cualquiera podría justificarse ante la ley diciendo que «todo se trata de un virus», mientras que las verdaderas víctimas tienen que gastar grandes cifras de dinero para probar su inocencia.
El mismo virus podría ser perfectamente utilizado con la intención de «hundir» a una persona, introduciendo la pornografía en el ordenador y poniendo la denuncia ante la ley.
«Es un ejemplo de la vieja excusa de que ‘el perro se comió mi tarea’. El problema está en que, a veces, el perro si fue el culpable», dijo Phil Malone un experto en materia de leyes en Internet de Hardvard.
Como siempre, la mejor solución es la prevención, por lo que un buen sistema antivirus puede ahorrarnos muchísimo dinero, y todavía más dolores de cabeza.