Durante años fueron pieza fundamental en cualquier computadora, y hoy se encuentren relegadas a existir sólo en los equipos más antiguos. Se trata de las disqueteras de 3 ½, pioneras en medios almacenamiento extraíbles.
Sony, una de las pocas firmas que las seguían fabricando, anunció el fin de su producción dada la escasa demanda por dicha parte que vino a reemplazar a las de 5 ¼, y nos permitían ingresar hasta 1,4 megas de información.
Llegaron al mercado en 1983, siendo un interesante cambio por sobre su predecesor, el que sólo prestaba 160 kilobytes de espacio, ínfimo para las aplicaciones actuales, pero que fueron capaces de servir para instalar las primeras versiones de Office y Windows.
Poco a poco fueron surgiendo las grabadoras de CD, DVD y pendrives, con capacidades de almacenamiento que nadie imaginaba en los ochentas o principios de los noventas, desplazando poco a poco a la fiel disquetera.
El año pasado las ventas de la hoy casi pieza de museo, alcanzaron sólo un 10% de lo que fueron a fines del siglo XX, cantidad insuficiente para hacer rentable su producción, aunque Sony afirmó que seguirá fabricando disquetes para cubrir la demanda de los pocos que se niegan a abandonar a esos discos que fueron incapaces de ir con las nuevas necesidades que les presentó la tecnología moderna, pero que seguro quedarán como un agradable recuerdo en las mentes de quienes alcanzaron a disfrutarlos,
Fuente: La Tercera