Cuando debuta un nuevo producto de Microsoft, nunca lo hace sin ruido. Si XP llegó al mercado el 2001 con un movido espectáculo masivo en Nueva York, y Vista (2007) lo hizo con una inversión publicitaria de 500 mil millones de dólares, no podíamos esperar menos de Windows 7.
El producto tecnológico más esperado del año resonó sus tambores en diferentes lugares del mundo, demostrando que se trata de un producto ultra global, dándole a cada lanzamiento un toque diferente y que muchas veces ralló en lo bizarro.
El mediático
Steve Ballmer, Ceo de Microsoft, dedicó su día a realizar una serie de apariciones en los shows de televisión más importantes de los Estados Unidos, y donde aprovechó de ir mostrando las bondades de su nuevo producto a través de presentaciones interactivas de alto nivel tecnológico.
El Númerico
El pequeño pueblo Holandés llamado Zevenhuizen (siete casas,) se convirtió en un símbolo para Microsoft a la hora de jugar con el número que marca al sistema, por lo que regaló una copia gratuita de Windows 7, a 777 habitantes del lugar.
El Gastronomico
Para los que estaban hambrientos por tener en sus manos el Sistema Operativo que reemplaza al fracasado Vista, la cadena de comida rápida Burger King presentó una sándwich con siete hamburguesas incluidas y que prometen quitarle el hambre hasta al más goloso.
Para lo escépticos
Los dueños de netbooks son quizá los más desconfiados a la hora de instalar nuevos software en sus computadoras, siendo XP el sistema predilecto a la hora de entregarles el mejor rendimiento para su equipo. Pensando en ellos y para entusiasmarles a utilizar Windows 7, Microsoft decidió presentar el producto en Buenos Aires utilizando una mini computadora.
Los impacientes
En Australia los fanáticos de la informática ya no podían esperar para poner sus manos en Windows 7. Por ello hicieron fila delante de una tienda del rubro para ser los primeros en adquirir su copia cuando el reloj pasó de la medianoche.
El desafío
Microsoft desea posicionar su recién estrenado producto entre quienes prefieren los programas de código libre, y para ello no hallaron nada mejor que instalar un puesto de difusión y venta delante del recinto donde se efectuaba el Simposio anual de Linux en Japón, intentando venderle una copia a Linus Torvalds, creador de sistema..
No importa como lo hicieron, en realidad si, pero lo que sorprende es la respuesta por parte del público, los que hicieron del debut de Windows 7 un verdadero éxito comercial, con una increíble cantidad de ventas y la certeza que dará mucho que hablar en los próximos años.