Una vez que prendes tu computadora por primera vez luego de instalar el sistema, el siguiente paso siempre debe ser el añadir un buen programa antivirus, que te proteja de todas las amenazas que pueblan la Internet, pudiendo causar graves daños a tu equipo y archivos.
Si quieres opciones, el sitio Lifehacker elaboró una lista con las cinco mejores aplicaciones que luchan para cuidarte de los malvados virus; con alternativas gratuitas y pagas, seguro encontrarás la ideal para ti.
AVG: Lo primero que podemos decir de este programa es que tiene las tres B; Bueno, bonito y barato (Gratis.) Es quizá el antivirus más popular fuera de los megaprogramas como Norton (mucho ruido, pocas nueces), ya que ofrece protección contra virus, malware, Spyware e incluso te avisa si un sitio puede ser peligroso antes que ingreses a el. Además su funcionamiento es liviano, y se actualiza automáticamente. Hace poco lanzaron su versión en español.
Nod32: Acá sólo se aplican las primeras dos B, ya que si bien posee un periodo de prueba gratuito (30 días,) tendrás que pagar $40 dólares para seguir utilizándolo. Es rápido, con funciones amplias y tiene una buena legión de fanáticos que lo recomiendan.
Avast: Volviendo al mundo de los gratuitos, Avast es una alternativa menos completa que AVG, dirigida a quienes dan un uso más básico a sus computadoras. Al igual que los otros corre sin molestar al resto de las aplicaciones y su interfaz es sumamente sencilla. Si te gustó y quieres algo más avanzado, también ofrecen un antivirus pago.
Avira Antivir: Si bien se trata de un antivirus, los expertos señalan que es la mejor alternativa si buscas detectar Spyware y malware, eliminándolos de tu equipo. Es gratuito para uso personal, aunque contiene publicidad, algo que puede ser molesto.
Kaspersky Anti-Virus: Su nombre es complicado, pero su funcionamiento no. Los expertos le señalan como el más rápido en activar protección contra virus nuevos. Eso si, tendrás que pagar $60 dólares por su uso, con la posibilidad de probarlo gratuitamente por un mes.
Fuente: Lifehacker